¡Créeme!
Sin ti, no hay poesía
Ni suficiente soledad, en favor de un poema
No hay ya, trascendencia ni desvelo
Ni si quiera perpetuidad en la noche
Un cielo de manto
Que no volverá a recubrir
más estrellas
Y testigos de mi llanto
Sin tí
Ya no existe evocación en la canción
Ni noción del tiempo
No hay temor, no hay violencia
No halla el sentido la sin razón
ni requiere de conciencias
Sin tí no procuro ni atisbo mi andar
ni corrijo mi apariencia
no hay ya discursos que cuidar
y contesto sin pensar
Sin ti no hay pregunta ni respuesta
Sin tí no hay ya más
musicalidad en el verso
ni si quiera en el fin de cualquier comienzo
Hallaré un acicate
Pues entonces ¿ Por qué empezar ?
¡Terminaste tú esto!
Ya no estás
No hay ya menester de por ti lidear
Ni describir , ni ilustrar
en una estrofa de tu andar
De tu pelo , de la paz
que algún día albergaría
alguna felicidad prometida
Sin tí ya no hay poesía
Que del llanto nazca y por tí morir quiera
Por tí el poema , que prefiere
vivir de ti y su agonía
en vez de ausencia ;
tan sólo cambiar por ello
soledad e indiferencia