Subrealismo

Atemporalidad de una única forma de servirse de la comunicación. Una única vía de decir . Haciendo.

martes, 16 de octubre de 2012

Confesiones



Tu carisma
presenciar, tu presencia
inmerecida,
Tu sonrisa 
la que no estaba ensayada
 dos vidas de adolescencia
una mirada tuya, una y otra vida
cansada de tu despedida
e indiferencia fingida
Cuando me iba
cuando  tu no regresabas


Hablar sin decir nada,
probar  una vez más
el sabor de la esperanza
mirar
 ver pasar a tus palabras
En tus ojos
empezaban mis miradas



Y en tus manos mi tiempo
como arena derramada
sin querer,ya lo sé
se rego en soledad
algún momento robé 
a tu jóven libertad 


Siempre sin pretexto me quedé,
 peticiones excusadas
un ratito más, 
por favor no te vayas
Ten en mente, ten presente
confesiones , caducadas
peticiones trasnochadas
pero :
si alguna vez  algo te dí
te juro, te dí todo
 aún  teniendo nada



HM ( fragmento )




Aun no ha amanecido, pero el cielo ya empieza a dibujarse azul oscuro en la ciudad de Mwanza, un desconocido fragmento de la republica de Tanzania, parte oeste del continente africano. La ardentía es intensa y el sol hace acto de presencia por mera obligación vital y cíclica. El calor se hace cada vez más severo. Aun para estas líneas que intentan colorear el azul y fértil oceánico indico,  indiferente a lo que cada mañana sucede en sus propias narices. El aire que es  denso , se convierte  una aglomeración junto  con la tierra, que se levanta con facilidad al paso de las carriolas, cargadas de percas que parecen agonizar y no haber sido pescadas. 

Al tiempo que una gama de colores grises y lívidos, de tonalidades suaves y desgastadas, le van abriendo paso. Basura, mierda, podredumbre, desperdicios, restos, desperdigados tienen una función en este pedacito de imagen. El océano continua siendo testigo, pero también indiferente.

Solo unas tres o cuatro pateras, intenciones de embarcaciones débiles y con mas intención que madera en su armazón, se presentan  como nacidas de las aguas, descoloridas pero vivas.” Mtoto”, es el nombre. No sé que significado recogerá dicho morfema, pero la realidad no entiende de culturas, y la realidad de esas cuatro maderas que conseguían flotar en las orillas, era “Mtoto”.

Más adelante, cuatro hombres, tripulantes, pescadores, cogían entre todos enormes pescados . Uno a uno


HM ( fragmento ) 

Malrc