Subrealismo

Atemporalidad de una única forma de servirse de la comunicación. Una única vía de decir . Haciendo.

martes, 9 de agosto de 2011

Ladrillo Metálico 1.6



Hoy no es tiempo de hablar de política correctamente . De prejuzgar con insolencia las individualidades de gobernantes mesiánicos y repercusiones globales imposibles de gestionar. Hoy no es tiempo de recavar un verso más a un poema trasnochado. De dibujar un pliegue más de su recuerdo en las paredes de tu mente. De dialogar con el futuro, teniéndo como interprete a la programación y el orden en cada propuesta en dicha negociación. Hoy no es turno de criticar desde la subjetivididad, desvistiéndote de las circuntancias de los criticados aquí presentes. No es momento de enviar mensajes huérfanos , aquejados de cojera, y preguntas de amor. Hoy no pueden tener cabida las lamentaciones sobre maneras y formas de deformar aún más la estabilidad de un paisaje social en una Europa desmoronándose en sus cimientos sobre la reflexión. Ni de confeccionar ecuaciones optimizadoras sobre tu porvenir profesional. De presionar al cinturón de tus opciones y exigirle más a los demás ; desde justificaciones que funcionan como bolsas de oxígeno. Hoy no es tiempo de sollozar por el ritual que obliga a conmulgar indiferencia mediante  las desgracias que  vomita el noticiero diario.Hoy olvida que la vida es una casualidad originada por un error del universo. Que la cultura es una extremidad más del instinto de supervivencia y conservación. Hoy niega que al final si seámos instintivos. Pierde cuidado y ni si quiera  molestar en resignarse puede ser una opción . Hoy muere el ruido. Fenece la queja y se disuelve la desgracia a la luz de un sol intermitente que decida finalmente quedarse un rato largo .Hoy se desvanecen todos los colores serios, cubriéndose por una abalancha blanca de silencio. Y paz. Silencio.No pienses.Hoy no.Simplemente sonríe , contempla y únicamente respira sin percatarte


Hoy descubre que eres tú.

sábado, 6 de agosto de 2011

En busca de sentido

" Durante kilómetros caminábamos a trompicones, resbalando en el hielo y soteniéndonos continuamente el uno al otro, sin decir palabra alguna, pero mi compañero y yo sabíamos que pensábamos en nuestras mujeres. De vez en cuando; levantaba la vista al cielo y contemplaba el diluirse de las estrellas al tiempo que el primer árbol rosáceo de la mañana se dejaba ver tras una oscura franja de nubes. Pero mi mente se aferraba a ella, imaginándola con asombrosa precisión (...) "


Victor Frankl, El hombre en busca de sentido, fragmento.